La hepatitis B es un virus que puede causar daños en el hígado y problemas de salud de por vida. La vacuna contra la hepatitis B previene la enfermedad temporal (hepatitis aguda) y también previene una infección potencialmente mortal causada por el virus, conocida como
hepatitis crónica.
Las personas pueden estar infectadas sin saberlo y propagar la hepatitis B sin aparentar estar enfermos o sentirse enfermos. La vacuna contra la hepatitis B se administra a recién nacidos que pudieron estar expuestos al virus durante el parto para ayudar a prevenir la infección.
Los bebés infectados durante el parto o en la niñez temprana tienen más probabilidades de desarrollar hepatitis crónica que los adultos. La mayoría de los niños infectados durante el parto (90 %) desarrollan hepatitis crónica. Es por eso que los bebés se benefician más cuando reciben la vacuna temprano.
¿Cómo se propaga la hepatitis B?
La hepatitis B se propaga cuando la sangre, el semen u otros fluidos corporales infectados con el virus entran en el cuerpo de una persona que no está infectada. Es posible contraer la infección en las siguientes situaciones:
Parto: si una embarazada tiene hepatitis B, su bebé puede infectarse durante el nacimiento
Compartir el uso de objetos como rasuradoras o cepillos dentales con alguien infectado
Contacto con la sangre o heridas abiertas de alguien infectado
Sexo con una persona infectada
Exposición a la sangre de alguien infectado a través de la aguja de una inyección u otros instrumentos afilados
La mayoría de las personas con hepatitis crónica no tiene síntomas, pero los efectos de la enfermedad son serios. La enfermedad puede causar daño en el hígado, cáncer de hígado y la muerte.
La buena noticia es que la mayoría de la gente que recibe la vacuna contra la hepatitis B es inmune de por vida. La vacuna tiene una efectividad
mayor al 95 % en la prevención de esta enfermedad en niños y adultos.
¿Por qué la vacuna contra la hepatitis B para bebés es importante?
Los bebés tienen sistemas inmunitarios increíbles, listos para aprender tan pronto nacen. Los bebés reciben la primera dosis de hepatitis B dentro de las 24 horas después del parto. La vacuna le enseña al sistema inmunitario cómo reconocer y resistir el virus más rápido de lo que el virus puede multiplicarse y causar enfermedades.
La
primera dosis de la vacuna protege al bebé de una posible exposición al virus
durante el parto y los primeros días de vida. Garantiza que los bebés estén seguros aun si tienen familiares que puedan estar infectados con hepatitis B sin saberlo.
Si un bebé se infecta con hepatitis B, tiene una probabilidad del 90 % de desarrollar hepatitis B crónica. Un bebé puede infectarse durante el parto si la madre tiene hepatitis B. Los niños pequeños también pueden contraer hepatitis B si tienen contacto con fluidos corporales de alguien infectado.
Lamentablemente, el 25 % de los bebés que contraen hepatitis B mueren. Durante partos de algo riesgo, el bebé puede recibir una dosis de inmunoglobulina contra la hepatitis B además de la vacuna. Esto le da al sistema inmunitario los anticuerpos extra que protegen al bebé durante varias semanas.
Una vez que los bebés completan todas las dosis de la vacuna contra la hepatitis B, viven una vida sin daño hepático. Se administra dentro de las 24 horas posteriores al nacimiento. Su bebé recibirá una segunda dosis de la vacuna contra la hepatitis B entre el primer y segundo mes de vida, y la tercera dosis entre los 6 y los 18 meses de vida.
La vacuna contra la hepatitis B puede
combinarse de manera segura con otras vacunas en la misma inyección. También puede ser una de varias inyecciones para diferentes vacunas que se reciben en la misma visita al médico.
Los bebés recién nacidos también reciben una
inyección de vitamina K. Todos necesitamos esta vitamina, pero los bebés nacen con muy poca. Eso los pone en riesgo de sangrar de manera peligrosa. Afortunadamente, la inyección de vitamina K ha prevenido el sangrado en recién nacidos por más de 60 años.
Vacuna contra la hepatitis B para embarazadas
Cada vez que una persona está embarazada se le hacen pruebas para determinar si tiene hepatitis B. Las pruebas pueden hacerse durante el parto en el hospital. La vacuna contra la hepatitis B se puede administrar durante el embarazo si la persona no ha sido vacunada antes.
Si usted está embarazada y tiene preguntas sobre la vacuna, hable con su ginecólogo y pediatra antes de que su bebé nazca.
Hable con su médico
Dígale a su médico si usted o quien vaya a ponerse la vacuna contra la hepatitis B tiene alguna alergia que pueda poner en riesgo su vida. Haga lo mismo si usted o esa persona están enfermos. Alguien con una enfermedad menor, como un resfriado, puede recibir la vacuna.
Usted y su médico pueden evaluar su situación. Pueden hablar de la prueba para determinar si tiene la infección y sobre cómo prevenir la hepatitis B a través de la vacunación.
Posibles efectos después de la vacuna
Ocasionalmente, algunas personas pueden tener irritación, inflamación o sentir dolor en el lugar donde recibieron la inyección. Algunos bebés pueden tener fiebre. Ante cualquier reacción que lo preocupe, llame a su médico.
Si alguien tiene una reacción grave a una vacuna, hay dos agencias gubernamentales de los EE. UU. que monitorean las reacciones y la seguridad de las vacunas a través del Sistema para reportar eventos adversos a las vacunas (VAERS por sus siglas en inglés).
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